dejan tu ventana sedienta de destellos, las ganas estallan cuando tu refugio se sostiene entre lo que has sido y lo que te gustaría llegar a ser. Cumple tus deseos de uno en uno, quédate en ellos y dales la vuelta, desgástalos y repite los mejores segundos. Apacigua la guerra, revienta los cristales que te rompen por dentro, consuélate con lo poco que le queda al viento, agárrame fuerte y despega conmigo abriendo mis alas.
Quédate dentro mientras fuera los mapas y el mundo se hacen cada vez más nuestros.
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